Un siglo de senectud y renovación en el jurado Fémina
Joan Verdegal
Universitat Jaume I
Entre los premios literarios franceses, ocupa un lugar muy destacado el Jurado Fémina, instituido en 1904 para corregir el veredicto del Goncourt. La dilatada trayectoria de este jurado, formado exclusivamente por mujeres, ha supuesto una aportación muy especial para la narrativa francesa del siglo XX, tanto por su constante empeño por la calidad literaria como por sus apuestas a la hora de promocionar la literatura hecha por mujeres. Para poder deducir conclusiones de orden sociológico y literario, ha resultado imprescindible recurrir a multitud de datos que no están al alcance de los investigadores, pero que forman parte de la realidad literaria de un país que, como Francia, debe buena parte de su proyección cultural internacional a su maquinaria editorial. Desde su incuestionable modestia, sin la aparatosidad de otros jurados literarios, el Fémina ha sabido conjugar la prodigiosa y dinámica longevidad de algunas de sus componentes con la renovación intelectual que ha supuesto la paulatina incorporación de otras, y ello a lo largo de casi un siglo de existencia, en el que han laureado la creatividad novelística de noventa escritores.