¿Qué motivos impulsaron, en el siglo XIX, el nacimiento de una literatura creada para los niños?

      Celia Sanz Pérez

                                                                                              Universidad de Almería

 

 

 

Desde el nacimiento de la literatura, de un modo u otro, los niños siempre han buscado en ella obras que pudieran contener historias que llenaran y sedujeran al poeta que todos llevamos dentro. Incansablemente adaptaban y rebuscaban entre el repertorio de los mayores y leían y releían las escasas obras que para ellos habían escrito muy pocos autores. La finalidad de estas obras “infantiles”, producción muy escasa en sus orígenes, era casi siempre didáctica y moralizadora, pero se diferenciaban de otras en el método empleado a la hora de ser creadas; en ellas se tenían en cuenta los gustos y preferencias de los niños. Esta idea era impensable en la época, pues esa etapa tan importante en la vida de una persona, la infancia, era considerada como una fase previa a la edad adulta en la que se debía preparar al hombrecito y a la mujercita para enfrentarse a lo que el futuro le deparaba: hombres y mujeres fieles a los cánones que la sociedad imponía.

            Fueron alemanes e ingleses pioneros en la creación de una literatura infantil propiamente dicha; una literatura muy arraigada a la tradición popular y que autores como los hermanos Grimm o Perrault adaptaron al gusto de los niños de su época. El éxito fue tal que sus obras se difundieron por todo el mundo. Pero no fue hasta bien entrado el siglo XIX que aparecieron en Francia y en España los primeros autores que dedicaron su obra enteramente a los niños; momento en el que ya podremos hablar de  literatura infantil francesa y literatura infantil española: literatura escrita por autores franceses en francés y escrita por autores españoles en español.

            Esta literatura surgida en el siglo XIX, de enorme tradición popular, está estrechamente ligada a la cultura del país. Las razones de peso que provocaron el nacimiento de esta literatura en distintos lugares y momentos me han seducido y llevado al estudio del nacimiento de esta obra en Francia y en España desde sus inicios.  Para esta comunicación  he escogido la obra de dos de las autoras más representativas del momento y que marcarán un antes y un después en la literatura infantil de sus países. Literatura que, como ya había ocurrido con otros autores, alcanzará el éxito y la difusión mundial que la ha llevado a perdurar viva en el tiempo hasta nuestros días. Me centraré en algunas de las características más fácilmente perceptibles por el lector, para así hacer más fácil y ameno el acercamiento al público de una literatura de la que se conocen sus obras, muchas de ellas de memoria, sus autores... pero de la que poco o nada se sabe de sus orígenes, de sus objetivos o del esfuerzo y riesgo que sus creadores corrieron al intentar cambiar el concepto que se tenía del niño.