El espacio poético en Les Nouveaux Mystères de Paris de Léo Malet

 

Belén Artuñedo Guillén

Universidad de Valladolid

 

En la evolución del género policiaco, la irrupción de la ciudad como espacio inquietante, inseguro, inabarcable, laberíntico determina el momento en que el enigma, el crimen planteado casi como juego de sociedad (murder party), deja paso a la novela negra, al misterio en el espacio amenazante de la sociedad industrializada.

Resulta revelador el interés por el tratamiento del espacio urbano que han demostrado disciplinas como el urbanismo o la arquitectura al acercarse a este género como texto de la ciudad, como discurso especializado sobre geografía urbana, poniendo de relieve fundamentalmente la extraordinaria capacidad de este género para dibujar las sutiles relaciones que se establecen entre espacio y actuación.

El proyecto de Léo Malet en la serie de novelas Les Nouveaux Mystères de Paris parte de una percepción de la gran ciudad, de París, como espacio-enigma: cada "arrondissement" encierra un misterio determinado por el pasado histórico-cultural de ese territorio limitado, por sus calles y sus monumentos, por sus habitantes que forman parte del paisaje en perfecta simbiosis. La ciudad, al igual que la narración, es un espacio codificado cuya lectura permite al lector avanzar en la intriga, las descripciones que tienen como objeto los lugares poseen un contenido narrativo semejante a las descripciones de los personajes, la observación del paisaje urbano explicita la acción misma.

París es una ciudad en la que se sitúan numerosas novelas policiacas, sin embargo no en todas el espacio urbano adquiere la capacidad poética que Leó Malet confiere a los recorridos del héroe de esta serie, el detective "flâneur" Nestor Burma, que se adentra en una ciudad literaria en la que los nombres de calles y de lugares adquieren una dimensión premonitoria, simbólica, un espacio de correspondencias leído como el sueño o un poema.

En el prefacio a Berlin Alexanderplatz de A.Döblin, P. Mac Orlan afirma que "une maison n'existe vraiment dans l'espace qu'au moment où elle nous impose la quantité de littérature qu'elle contient." Léo Malet en su serie policiaca crea un personaje, Nestor Burma, que, como detective, es esencialmente un lector de signos y cuya pasión es sacar a la luz el hallazgo literario contenido en los lugares de su ciudad: París.